Phi Phi Islands "La Playa", primer día sin lluvia.

Por primera vez en todo el tiempo que llevamos aquí, se tira un día entero sin llover.
Como os conté en el post de ayer, el día comenzó a las 6 de la mañana yendo de patong a nuestro hotel, acompañando a las putas que volvían a sus casas después de una dura noche de trabajo, en motillos como la nuestra, y a los monjes que salían en busca de los donativos de los fieles, andando descalzos por la carretera. Según el budismo, la comida que se entrega a un monje llega directamente a los antepasados, y alimenta el alma de nuestros muertos.

Por la mañana llegamos a nuestro hotel a tiempo de dejar la motillo, ver a los monos correteando por los pasillos del hotel y hasta nos dio tiempo a una breve siesta matutina y desayuno.
El viajecito a la Isla Phi Phi Le lo hicimos en lancha rápida, y se hizo bastante ameno ya que volvimos a coincidir con Judit y Marc (los de Barcelona con los que hicimos la excursión a la isla de James Bond) y con otro grupo de gente muy majos todos: Carlos, Puri, Pepe, Paco... que cantidad de nombres recuerdo... para ser yo es toda una hazaña.
La llegada no fue tan impresionante como me imaginaba. No es que el sitio no sea espectacular, que lo es, el tema es que me esperaba una llegada como la que tienen los chicos de la peli, y cuando llegamos había cerca de 50 lanchas como la nuestra y unas 500 personas ocupando cada palmo de terreno de la playa. No obstante el sitio es increiblemente bonito (de momento, porque el ser humano es la peor plaga de este planeta y nos estamos cargando todo...), las aguas son azul turquesa clarito (con algunas manchas de fuel en la superfecie) y la arena blanca (aunque llena de bolsas y plasticos de los turistas).

Tras un bañito en "La Playa" y uno paseos romanticones nos fuimos a nadar al otro lado de Phi Phi Le, a un sitio que llaman blue lagoon, un sitio de aguas claras pero sin más historia. Allí todos los rincones de cualquier isla son cojonudos, asi que cualquier sitio era bueno para echarse un bañito.

Tras este primer contacto con las increibles playitas de la zona y sus aguas cristalinas, visitamos una isla en la que había restos de cuevas vikingas, aunque no se puede entrar en ellas porque son propiedad privada. Al parecer compró la isla un ricachón porque sus cuevas están llenas de nidos de golondrinas, una delicatesen que se vende en el mercado a 800$ el kilo. Lo impresionante del sitio es el azul del mar y la cantidad de peces hambientos de la zona:





Y ya con mas ganas que un tonto de hacer snorkel, nos llevaron a un arrecife de coral para poder ver a los pececillos de colores. De esto no tengo fotos digitales, pero compramos una camara acuática para la ocasión. A ver si sale alguna, la revelo, la escaneo y la pongo en el blog. De momento os tendreis que conformar con nuestra palabra de que lo del snorkel fue increible. Vimos peces luna, peces loro, peces payaso (Nemos), Doris (de este no sé mas que el nombre de la pelicula), y sobre todo unos peces minusculos de color amarillo y verde brillante casi fosforito. Todo ello sobre un arrecife de coral precioso.



Creo que repetiremos el tema del snorkel (e incluso a lo mejor hacemos algo de buceo) porque la experiencia ha sido impresionante.
Después del snorkel visitamos la isla de los monos. Una miniplaya donde hay una variedad de monos de cola larga que vienen al borde de los barcos a recoger los platanos que les dan los turistas. En nuestro caso los monos llegaban todavía masticando e incluso se permitían el lujo de rechazar según que variedad de platanos. Unos sibaritas, vamos. Es curioso porque no tenía ni idea de que existen 7 variedades distintas de platano. (Al menos en Tailandia).




Por ultimo visitamos la isla ko Khai que es una minuscula isla de arena finisima que se ha ido haciendo con los trozos de coral erosionados. La playa es una pasada, pero hay dos cosas que se deben saber cuando se va a un país exótico de islitas desiertas:
una es que las mareas pueden hacer que desaparezca una playa o que se haga larga y llena de corales y que no se pueda uno bañar. En las peliculas parece que siempre son paradisíacas, pero hasta la mejor isla o playa pueden quedar echas unos zorros cuando baja la marea.
La otra es que ni las sombrillas son capaces de parar la potencia del sol en esta zona, y que los mosquitos son animales extraordinariamente cabrones.
No os pongo ninguna foto de estas para no desanimar, pero recomiendo que se vaya a esta isla antes de las 13:00.




además desde esta isla se ve otra con forma de mono, que al parecer también se utilizó para el rodaje de la película King Kong. A estos Thais no se les escapa ni una.


Ya de vuelta al hotel caimos rendidos. No sé qué tiene la playa que agota mogollón. Mañana será nuestro ultimo día en Tailandia y queremos aprovechar hasta el ultimo minuto. Hemos alquilado otra vez la motillo (la hemos cogido cariño), para ver algo más por la mañana antes de volver al mundo real.